A menudo, solemos pensar que, los juguetes sexuales son artículos para utilizar a solas. Sin embargo, y hablando específicamente del vibrador anal, ellos permiten una interacción con la pareja muy interesante y divertida.
Obviamente, los vibradores son fabulosos también pare divertirnos a solas. Pero, las posibilidades de incrementar la intensidad en el sexo con la pareja son ilimitadas. No obstante, para los hombres heterosexuales, en ocasiones es difícil aceptar la intervención de un tercero en sus relaciones sexuales, máxime cuando sabemos que ese tercero pretende invadir una zona íntima y sagrada para él.
Enfocar el tema, diciéndole por ejemplo que quieres darle un estilo de estrella porno, puede ser una forma de afrontar la situación. Veamos algunas formas en que puedes abordar el tema, que te permitirán convencer a tu pareja y obtener una experiencia sexual diferente y divertida:
Formas de presentar el Vibrador Anal a tu pareja.
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El juguete sexual es el aperitivo. El plato fuerte eres tú
Dale todo el protagonismo a tu pareja. No Lo tomes por sorpresa y sobre todo, no pretendas engañarlo. Puedes estar haciéndole sexo oral e iniciar una aproximación con el vibrador en su ano. Muy suavemente, sin introducirlo del todo. El sexo oral es una de las actividades sexuales que más disfruta un hombre, y por ello, es difícil que en ese momento te ponga alguna objeción.
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Envuelve el vibrador en tu ropa interior
Si tomas el Vibrador anal y lo envuelves en tus bragas, le quitaras la connotación masculina que tiene el juguete. Deja que lo huela, que sienta tu aroma en tu ropa interior, acaricia con el juguete, en estas condiciones, sus testículos y luego tus pezones. En poco tiempo, el asociara el vibrador como una expresión sexual de su mujer y no como la representación de un falo masculino.
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Frota sus testículos mientras usas el juguete
Para que tu hombre se sienta más cómodo con el uso del vibrador, frota sus testículos mientras empiezas a introducir el vibrador en su ano. Si es posible acarícialos con tu lengua. Para algunos hombres, esto resulta tan gratificantes que esa es su primera aproximación al placer anal.
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Un buen masaje ayuda a relajar
¿Qué tal un buen masaje, con las manos, en los muslos, la espalda, con un poco de aceite, terminando con la introducción suave de uno dedo en el ano? Lo volverás loco de placer y te dará todos los permisos que necesitas para la entrada final.
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Deja que él tenga el control
Aunque en un comienzo, tú tendrás el aparato en tus manos, deja que sea él el que te indique la velocidad y la profundidad. Hazle sentir que no va a suceder nada que él no quiera. Después de todo, él tiene derecho a disponer de su cuerpo y de su intimidad y eso debe ser muy claro para él.
Nuestra recomendación final, cuando de sexo anal se trata. No olvides que el ano no lubrica por sí solo, como si lo hace la vagina Utiliza suficiente lubricante, porque de lo satisfactoria que resulte esta experiencia para él, dependerá que se repita, cada vez de forma más placentera.