A menudos, nuestras amables lectoras nos preguntan ¿Cuál es la diferencia entre vibrador y consolador? El amplio portafolio de juguetes sexuales que inundan el mercado de los Sex-Shops, por supuesto genera inquietudes y dudas en los usuarios de estos productos.
En primera instancia, y como una respuesta inmediata, podríamos afirmar que independientemente del formato (dedo, mariposa, plátano) cualquier objeto que se utilice para obtener placer vaginal, es un consolador. En tanto que un vibrador, como su nombre muy claramente lo indica, es un aparato que emite vibraciones, porque está dotado de un motor, que mediante electricidad o algún tipo de baterías, tiene la capacidad para crear estos movimientos.
Entonces, haciendo una recapitulación inicial, todos los vibradores son consoladores, pero no todos los consoladores son vibradores. Pero surge otra duda: Entendemos el origen de la palabra “vibrador”, pero no es claro el uso de la palabra consolador.
Esta fue la primera palabra que utilizó el mercado erótico para definir este juguete, que fue el primero en aparecer. Si buscamos una explicación etimológica, parece muy obvia la razón por la cual, así fue llamado este juguete. Consolador, porque ofrece consuelo ante alguna deficiencia.
Consolador es una traducción literal de la palabra dildo, que es la utilizada para definir este tipo de juguetes en italiano y en portugués. Dildo, viene del latín “dilatare” que significa dilatar o dilatación. Sin embargo otras versiones hablan de que Dildo, proviene del italiano “dilettare” que significa disfrutar, entretener o dar placer.
Pero la historia del consolador se remonta a miles de años atrás. El consolador más antiguo del que se tenga noticia, fue descubierto por los arqueólogos en Harappa, una pequeña población de Pakistán. Se supone que este artefacto fue construido 4000 años antes de cristo.
Estos objetos tuvieron un papel protagónico en los rituales sexuales religiosos de las tribus que habitaban esa región, en esa época. El primer registro escrito del uso de un consolador, como objeto de placer proviene de la antigua Grecia. En ese momento fueron denominados “olisbos”, y fueron vendidos por habilidosos comerciantes griegos a las mujeres solteras del mediterráneo para su placer.
Estos rudimentarios juguetes sexuales, eran elaborados en arcilla o vidrio. Hay una particularidad sobre ello. Eran huecos, y existía la posibilidad de llenarlos con agua tibia o leche de cabra recién ordeñada. Suponemos que, con el fin de proporcionar una agradable sensación de calor. Algunos también se fabricaron en cuero y tendían la posibilidad de atarse al cuerpo con correas, para ser usados en las relaciones sexuales entre lesbianas, en lo que parece ser el ancestro más remoto del Strapon.
Aunque declarados como objetos del pecado por líderes religiosos de la edad media, el consolador alcanza su pico más alto de popularidad, en el renacimiento, en el siglo XVI, momento en que enamoro tanto a mujeres como a parejas de todo tipo.
La historia, es mucho más larga y apasionante. Sin embargo, por razones de espacio, debemos saltar al mundo moderno, en donde estos juguetes fueron dotados de movimiento y conocidos hoy ampliamente como vibradores, con lo que creemos queda resuelta la inquietud de nuestras lectoras.